Stefan Zweig
Stefan Zweig ve la luz en el seno de una acomodada familia hebrea de comerciantes textiles procedentes de Moravia, el 28 de noviembre de 1881 en Viena. Su padre se llama Moritz y su madre Ida Brettauer. Tiene un hermano mayor, Alfred, que le lleva diez años.
A los siete años comienza sus estudios en la escuela primaria en donde no se distingue precisamente por ser un buen estudiante, al centrase sus preferencias en la literatura, el arte y la historia en detrimento de otras disciplinas.
Más adelante descubre la poesía y se enamora de ella, siendo Rilke uno de sus favoritos.
Convertido en un adolescente se dedica disfrutar de la vida estudiantil, y como su hermano Alfred se entrega al negocio familiar, Stefan puede consagrarse tranquilamente a la literatura, viendo publicado su primer poema, Botón de rosa en la revista Die Zukunft, y comienza a escribir para otras publicaciones importantes.
Obtenido ya su título de bachiller, se traslada a Francia, iniciando así el primero de sus muchos viajes.
Después se inscribe en la universidad eligiendo Filosofía. Escribe poemas y continúa bajo las influencias de Rilke a las que se suman las de Hofmannstahl, y comienza a ser conocido en el mundillo literario.
Próximo a cumplir los veintiún años, ve publicada una elección de sus poemas bajo el título de Cuerdas de plata, y publica la que será su primera novela corta, La marcha en la nieve, al mismo tiempo traduce a autores como Lemmonier, Keats, Yeats, Verlaine y Baudelaire.
Ese verano, visitando Bélgica, conoce al poeta Emile Verhaeren de quien será su traductor, convirtiéndose posteriormente en su mejor amigo.
En 1903 marcha a Berlín donde prosigue su educación cultural y toma contacto también con los ambientes míseros de la gran ciudad, descubriendo un mundo que desconocía.
Vuelta a París, inicio de un extenso viaje que le llevará a numerosos países, regresando a Viena en 1904 para presentar su tesis sobre el filósofo Taine. En primavera concluye sus estudios convertido en doctor en filosofía..
Prosigue escribiendo poemas, novelas cortas y relatos, traduce a autores extranjeros, pudiendo decirse de él que ya es un escritor muy conocido y apreciado.
El amor entra en su vida en la persona de una mujer casada de 31 años y madre de dos hijos, Friderike von Winsternitz, novelista, quien acabará abandonando a su marido yéndose a vivir con Stefan en 1914.
Con el advenimiento de la Gran Guerra, aunque pacifista, participa en oficinas, y la contienda deja en él una huella imborrable.
Un año después, Zweig se va a vivir a Salzburgo con su compañera.
En 1920 contrae matrimonio con Friderike con quien permanecerá casado por espacio de 15 años, escribiendo en ese periodo, entre otras muchas, su famosa Carta a una desconocida y su no menos célebre biografía María Antonieta. El divorcio vendrá cuando al subir al poder Hitler, Zweig, mal visto por su condición de judío, querrá exilarse y su esposa no.
Aunque la divergencia de opiniones acabe separándoles y posteriormente les conduzca al divorcio, la relación entre ellos nunca dejó de ser buena.
Cuando se inicia la II Guerra Mundial, Stefan vuelve a casarse, esta vez con su secretaria, que ya lo era durante su primer matrimonio habiendo sido seleccionada por Friderike para ocupar tal cargo. La elegida Charlotte Elisabeth Altman, es una mujer de carácter melancólico y de enfermiza sensibilidad, lo cual pudiera explicar el hecho de que años más tarde, concretamente el 22 de febrero de 1942, Stefan Zweig y ella se suiciden juntos, deprimidos ante el sesgo que están tomando las cuestiones bélicas en el mundo. Resta la duda de sí una mujer más fuerte que ella no le hubiera quitado de la cabeza al escritor tan negras ideas.
El matrimonio Zweig murió en Brasil, en la ciudad de Petrópolis y recibió magníficas honras fúnebres por orden del presidente de la nación.
La brillante carrera de escritor de Stefan Zweig se vio así truncada bruscamente quedando inacabadas sus dos últimas biografías, la de Balzac y la de Montaigne, y dos novelas, todas publicadas una vez hubo concluido la guerra.
La vida de Stefan Zweig fue una existencia dedicada por entero a la literatura y a la firme convicción de sus ideas pacifistas. Hoy en día, un poco olvidado en aras del marketing imperante, sería aconsejable que las nuevas generaciones leyeran su extensa obra siempre amena y digna de atención.
© 2003 Estrella Cardona Gamio
